Ecuador Historia Guerra de los Cuatro días 1932 (Nombre Geográfico)
- Guerra de los Cuatro días
Ecos de revuelta : cambio social y violencia política en Quito (1931-1932), 2011: contenido, (Guerra de los Cuatro días)
¡Todo el poder a Velasco! la insurrección del 28 de mayo de 1944, 2015: contenido, (Guerra de los Cuatro días)
El Comercio. La Guerra de los cuatro días. Por Roberto Aspiazu Estrada, 5 de junio de 2016: Guerra de los Cuatro días; el 19 de agosto de 1932, en sesión reservada que se prolongó hasta la madrugada del día siguiente, 46 legisladores votaron por la descalificación, mientras que 38 lo hicieron por la calificación. Los congresistas de minoría publicaron un Manifiesto a la Nación en el que denunciaban el golpe de Estado de la Legislatura, destacando que apenas 8 votos habían desconocido el legítimo pronunciamiento popular de decenas de miles. Bonifaz advirtió preocupado que si se cumplía la decisión, “la sangre subiría a los tobillos”. Ante el impasse, el 28 de agosto al grito de “¡Viva la Constitución!” cuatro batallones emplazados en Quito se sublevaron con el apoyo de la Compactación Obrera, la principal central sindical conservadora, y la poblada, en general, que buscó armas en los cuarteles. Baquerizo Moreno se vio obligado a renunciar asilándose en la legación argentina; nombró como encargado del poder a Carlos Freile Larrea, líder bonifacista. Conocedor del suceso, Bonifaz regresó apresurado de su hacienda Guachalá en Cayambe, para dirigir una arenga desde el balcón de su casa para instar a la población a mantener la paz, aceptando la decisión del Congreso. Era demasiado tarde. http://www.elcomercio.com/tendencias/guerra-historia-cultura-revolucion-presidencia.html
Enciclopedia del Ecuador. Guerra de los Cuatro días; el 22 de agosto de 1932, pese a su triunfo electoral legítimamente obtenido, el Congreso Nacional lo declaró «No apto para ejercer la Presidencia de la República». Considerando que su descalificación era atentatoria contra la libertad de sufragio, Bonifaz recibió el respaldo de cuatro batallones de Quito y declaró que si se cumplían las intenciones de los legisladores, «La Sangre Subiría a los Tobillos». El 28 de agosto, al grito de «Viva la Constitución» el pueblo quiteño y la «Compactación Obrera» -que lo había llevado al poder- se lanzaron a las calles para apoyar a los batallones que lo respaldaban, y con heroica bravura enfrentaron a las fuerzas del Ejército Nacional que desde diferentes partes del país, y en cumplimiento a lo dispuesto por el Congreso, avanzaban para sofocar la rebelión y tomarse la ciudad. Los combates se extendieron durante cuatro sangrientos días, en los que «el silbido de las balas hendía la angostura de las calles o trepidaba en las plazas dejando regueros de sangre. Ráfagas de ametralladora zigzagueaban en busca, muchas veces, de inocentes víctimas que rodaban empañadas la pupilas por la niebla de la muerte. Finalmente, gracias a la intervención del Cuerpo Diplomático la lucha cesó, y ambas partes firmaron un armisticio en el cual declaraban que no había «ni vencedor ni vencido», aunque eso poco podía importar ya a las dos mil víctimas que adornaban tétricamente las calles de Quito. http://www.enciclopediadelecuador.com/historia-del-ecuador/guerra-del-cuatro-dias/